13 de noviembre de 2020, 12:35
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), con motivo del Día de la Enseñanza, reconoce la labor que están llevando a cabo los docentes de Castilla-La Mancha en la gestión de la segunda ola de coronavirus y arguye que sin ellos no hubiera sido posible mantener actualmente las aulas abiertas.
Para el sindicato, el trabajo, esfuerzo, dedicación y valentía de los docentes ha sido fundamental para hacer frente al COVID-19. El presidente del Sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, señala que "todo ha salido adelante gracias a ellos y a pesar de la falta de claridad, de las dudas y de las ambigüedades mostradas desde la Administración".
No en vano, añade Ranz, la Consejería de Educación "ha cambiado de parecer en varias ocasiones, esperó hasta el último momento para actuar en la preparación del curso a pesar de todos los indicadores negativos sobre el coronavirus, sin aprender nada desde marzo, y una vez comenzado el curso provocó tal desorganización que fueron los propios centros los que, para bien, asumieron la responsabilidad".
Entre los ejemplos en los errores y falta de decisión de la Consejería, Ranz enumera que "no se ha alcanzado la contratación de 3.000 docentes, tal y como anunció el presidente de la Junta, Emiliano García-Page; no ha habido instrucciones claras sobre cómo implementar los protocolos sanitarios; no se ha incorporado personal de enfermería a los centros; ha habido descoordinación entre Educación y Sanidad en la comunicación y evaluación de casos Covid-19 en las aulas; las figuras de 'coordinador Covid', que han asumido toda la responsabilidad, se encuentran desbordadas; se continúa dudando sobre la instalación de purificadores con filtro homologado ante la llegada del frío y ha habido una negligente confusión en la regulación de la asistencia de docentes fuera del horario de clases".
Así, y en este Día de la Enseñanza, Ranz subraya que "si hay algo que celebrar es la profesionalidad de nuestros docentes, es lo único" y reclama una "apuesta real por la educación" con una bajada real de ratios, un aumento del número de profesores, la cobertura inmediata de las bajas, la presencia de personal de enfermería en la escuela, la eliminación de las tareas burocráticas y no dejar que todo el peso de la organización de los centros recaiga en los equipos directivos, entre otros puntos.