El próximo 30 de julio termina el plazo para que los trabajadores autónomos, empresas y pymes puedan solicitar las ayudas para mitigar los efectos de la pandemia que ofrece la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Un plazo que se amplió a dos meses, teniendo en cuenta que en un principio solo se estableció un mes de vigencia para la presentación de solicitudes.
La cuantía que ofrece el Gobierno regional sobrepasa los 206 millones de euros, pero el abanico de empresarios y autónomos que se beneficiarán de ellas no será muy amplio, ya que estas ayudas solo sirven para aquellos que deban pagos a proveedores o tengan deudas bancarias (primando las avaladas por el Estado, es decir, los ICOS) que hayan contraído desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 31 de mayo de 2021.
Ante esto, hay empresarios que han expresado su malestar porque consideran que los requisitos para la concesión de estas ayudas no cumplen con lo gastado, es decir, lo pagado de los ahorros del empresario que ha mantenido los pagos a su proveedor y que no ha pedido préstamos o se ha endeudado con bancos, no se le devolverá (al menos con estas ayudas).
También se especula con que la ampliación del plazo de presentación de solicitudes se deba a que las empresas y autónomos que han solicitado la ayuda porque cumplen con los requisitos no han cubierto los más de 206 millones que ofrece el Gobierno de Castilla-La Mancha. Pero ese es otro tema.
El otro apartado espinoso es el que incumbe al número de trabajadores contratados. Por ejemplo, las ayudas que se darán a las empresas que hayan tenido más de un 30 por ciento de pérdidas dependerán del número de empleados que hayan contratado en entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2020, contando algo más de dos meses sin pandemia. Recibirán el 40 por ciento de esas pérdidas aquellas empresas que hayan tenido a 10 o menos personas trabajando en el negocio durante el año (independientemente que solo hayan estado dados de alta un día o que no hayan coincidido más de dos juntos) y recibirán el 20 por ciento los negocios que hayan contratado a más de 10 trabajadores.
Esto implica que, por ejemplo, para algunos negocios de hostelería o de ocio nocturno que han sido de los más castigados durante la pandemia, sea muy difícil cobrar ese 40 por ciento, ya que cualquier trabajador que ya estuviera en plantilla más alguno más que se dé de alta, aunque sea un día, ese trabajador ya contará como uno más para obtener un porcentaje de la ayuda u otro.
La pandemia ha arrasado con muchos negocios, ha dejado en el alambre a otros y ha acabo con los ahorros de muchas personas. Las ayudas en Castilla-La Mancha se vieron como el hallazgo de agua en el desierto, pero los requisitos que pide la Junta no han hecho otra cosa que levantar ampollas y crear un debate en torno al grado de dificultad y la complejidad para obtener estas ayudas a empresas y autónomos.
