Un total de treinta y siete puestos formaron parte del Mercado Medieval que acogió la Plaza Mayor de La Solana durante este fin de semana. El tiempo acompañó esta vez a los comerciantes y la amenaza de lluvia se quedó precisamente en aviso, aunque mermó la participación de más artesanos.
El presidente de la Asociación Don Quijote y Dulcinea, Gregorio Berjaga, reconoció que había sesenta puestos interesados en venir pero finalmente fallaron algunos porque las condiciones meteorológicas eran muy negativas “no se les podía obligar a montar por si el tiempo arruinaba el fin de semana y que tuvieran más pérdidas de las que tenemos”. En cualquier caso, llegaron artesanos procedentes de Galicia, de Madrid, de Andalucía o la Comunidad Valenciana, además de otros a nivel regional.
Participaron puestos muy variopintos de bisutería, marroquinería, jabones caseros, encurtidos, dulces, y un largo etcétera, así como un experto cetrero con diversas aves rapaces. La mayoría ya conocen el entorno de la Plaza Mayor solanera porque estuvieron en años anteriores, desde que aterrizase el Mercado Medieval por primera vez en el año 2011. Berjaga destacó la excelente disposición del consistorio local y la extraordinaria respuesta de los solaneros. “Es una forma de dinamizar el pueblo y hacer una actividad que tiene mucha aceptación desde hace muchos años, por eso seguiremos viniendo en próximas ediciones siempre que quiera el Ayuntamiento”, recalcó el presidente de la asociación organizadora.
El alcalde, Eulalio Díaz-Cano, se mostró muy agradecido por la presencia de tantos comerciantes itinerantes que formaron este Mercado Medieval “hay que agradecer el esfuerzo que hacéis para ofrecernos esta alternativa de ocio que viene a enriquecer la oferta que tenemos en la localidad y permite que los solaneros y solaneras puedan disfrutar de una programación lo más completa posible”.