El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero Serrano, participó este viernes en Piedrabuena en la señalización de la primera de las 53 fosas con restos de personas asesinadas por el franquismo que hay en la provincia de Ciudad Real. Este acto, que supone un paso más dentro del proyecto Mapas de la Memoria en el que colabora la Diputación, persigue la dignificación de la historia de esos hombres y mujeres que hace 80 años pagaron con su vida la lucha por un ideal de justicia y libertad.
“Hoy les traemos a la vida de la memoria, al recuerdo y ponemos de manifiesto el orgullo que deben sentir tanto sus familiares como todos los demócratas”, aseguró Caballero, quien estuvo acompañado por el alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas; el vicepresidente encargado del Área de Memoria Democrática de la Diputación, David Triguero; varios miembros del equipo de CIEMEDH (Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos) de la UNED, así como parte del equipo investigador del proyecto Mapas de Memoria, con su director Jorge Moreno Andrés a la cabeza.
Caballero dijo asimismo que en este emocionante día se estaba devolviendo a las víctimas la dignidad de una manera alejada del odio y del rencor, que además lleva detrás un trabajo muy riguroso y profesional, de carácter científico, al margen de pasiones ideológicas, pero desde un convencimiento por la lucha contra la injusticia. “Me siento tan orgulloso de lo que hacemos como de cómo lo hacemos, porque estamos siendo capaces de que éste no sea un elemento de conflicto en nuestra provincia. Es una actuación basada en la dignidad, en un compromiso claro por los derechos humanos y la memoria democrática”, ha añadido.
La Diputación de Ciudad Real, según ha explicado Caballero, va a continuar con este reconocimiento a las víctimas en la cincuentena de fosas existentes en la provincia, “para que tengan este homenaje, que es sencillo pero a la vez emocionante y bello, que es ver los nombres de todos y cada uno de los que fueron asesinados grabados en hierro, hechos con el fuego que corta el hierro, que recuerda el carácter de esos hombres y mujeres que un día pagaron con su vida su defensa de un ideal de justicia y de libertad que hoy es fundamento de nuestra democracia”, ha dicho Caballero, reafirmando que constituye un acto de justicia, de reconocimiento, de dignidad y de memoria realizado, además, desde una perspectiva pedagógica.
El presidente de la Diputación destacó que a través del código QR que se ha colocado junto a la placa con los nombres perforados los jóvenes que no tienen en el recuerdo lo que fue la represión y la Guerra Civil, pueden tener acceso, de una manera didáctica y rigurosa, al conocimiento de los hechos, para saber qué ocurrió y por qué y así poder documentarse y satisfacer sus necesidades, “un código QR que representa la modernidad y que nos permite mezclar pasado, presente y futuro”.
En Ciudad Real hay 3.453 víctimas de la represión franquista, 48 de ellas en Piedrabuena, en 53 fosas. Caballero ha asegurado que la voluntad de los investigadores y de la Diputación provincial, como institución que respalda el proyecto, es dignificar todas esas fosas señalizándolas debidamente.
Por su parte, Jorge Moreno Andrés explicó que la investigación Mapas de la Memoria se preguntó primero por los nombres de las víctimas y después por los cuerpos. Ahora, un tercer objetivo aúna nombres y cuerpos y trata de dignificar con los nombres un lugar. “Para las familias instaurar con los nombres un lugar permite honrar a los muertos después de tanto tiempo. El duelo es una cosa tenaz y se delega en la gente que queda, los hijos, nietos y biznietos, para poder encontrar los restos de los seres queridos. Y para la sociedad esta es la posibilidad de traer a aquellos hombres y a aquellas mujeres para relacionarnos con ellos de nuevo y que sean referentes en el devenir de nuestros días” ha asegurado, recordando que invocarlos, de alguna manera, es hacer que permanezcan con nosotros.
En Piedrabuena los cuerpos de las víctimas fueron arrojados en diferentes lugares y fue necesario un trabajo minucioso de investigación para poder ubicar el lugar concreto en el que estaban esas personas. Los dos lugares que se han señalizado en el cementerio de la localidad corresponden a las dos fosas localizadas. Junto a una de ellas, se ha instalado la placa con todos los nombres de las víctimas y el código que da acceso a toda la información sobre estas personas que, según manifestó Moreno, “permite a la gente pensar su presente a partir de su historia”.
