El alcalde de Membrilla, Manuel Borja y el ex alcalde de Manzanares, Antonio López, están siendo juzgados por un delito contra el medio ambiente, por los vertidos ilegales que varias bodegas de estos municipios realizaron directamente en el río Azuer, en las vendimias de los años 2013 y 2014. La fiscalía pide para ellos penas de 2 años y 6 meses.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Ciudad Real acoge desde ayer, el juicio contra los dos ediles, los concejales de Medio Ambiente y los responsables de las bodegas que realizaron los vertidos, que acabaron afectando al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, con el que está conectado el cauce del río Azuer.
Las bodegas que originaron los vertidos contaminantes son las Cooperativas Jesús del Perdón y El Galán de La Membrilla, así como Bodegas Don Quijote. Estos vertidos, detectados por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, SEPRONA, y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), ya fueron sancionados por multas de 140.000 euros, según publica El Español.
Acciona
Los políticos acusados, Manuel Borja y Antonio López de la Manzanara, han derivado la responsabilidad directa sobre el control de vertidos, a la empresa concesionaria de la estación depuradora que comparten los municipios de Manzanares y Membrilla; la compañía Acciona, de la que dicen que no avisó de que estaba produciéndose ese vertido, posiblemente motivado por una avería en la depuradora.
Borja, vicepresidente de la Federación de Municipios y Provincias de Castilla La Mancha, en su declaración ha añadido que Acciona tampoco activó el filtro verde ni el tanque de tormentas para evitar el vertido contaminante en el río Azuer.
Los alcaldes, además, instaron a estas bodegas a instalar depuradoras que eliminasen estos residuos antes de verter a la red de saneamiento.
El juicio se prolongará hasta mañana jueves. La fiscalía pide también para los encausados, penas de inhabilitación de dos años, para el ejercicio de cargos públicos o relacionados con la conservación del medio ambiente.
