Una breve historia

Artículo escrito por Julio García-Casarrubios Sainz

¿Una breve historia, o Un final cantado”. No sé como titularlo. Pero hagamos historia, una breve y triste historia. No debemos olvidar que “Ciudadanos” es un partido nacido en Cataluña para representar y defender a los catalanes opuestos al independentismo; o más bien opuestos a la deriva que estaba tomando el independentismo. Un fenómeno ruinoso para Cataluña y para España, que no respondía al sentir identitario de Cataluña.

El mensaje tuvo éxito. Lo que significa que hacía falta en Cataluña ese movimiento. La lista encabezada por Inés Arrimadas gana las elecciones. Pero no puede gobernar porque los partidarios del independentismo tienen mayoría de escaños, que no voto ciudadano. Pero he ahí que Arrimadas y Rivera, o Rivera y Arrimadas deciden abandonar a ese sector que los ha votado y venirse a Madrid a participar en la política nacional, pensando quizá, en sustituir al PP como alternativa al PSOE, sin pensar que ese no era el espíritu de su fundación. Primer error.

No iban a ser ni rojos ni azules. Se iban centrar en el apoyo a partidos que garantizaran la estabilidad, pero sobre todo introduciendo frescura en la vida política, y luchando contra la corrupción y las estrategias de repartirse sillones. Sí, sí; ni rojos ni azules. Pero pronto se sumaron a la foto de Colón. Y pronto se dedicaron a pactos de perdedores apoyando al partido que acababa de ser expulsado del Gobierno de España por corrupción. Tuvieron ocasión de formar un gobierno estable para España, con más de 180 diputados, y lo rechazaron. Segundo y decisivo error.

Consecuencia: descalabro electoral y dimisión de su jefe. Arrimadas se hace con las riendas de un partido fracasado y desubicado. Pero no escarmientan. Hacen suyo el mismo discurso de PP y VOX. ¿Tienen arreglo? Difícil. Pero solo les queda un camino: Volver a los orígenes de su fundación; a ser fieles a sus principios de un partido de centro, liberal y progresista, alejado de la corrupción, y del transfuguismo. Como los partidos liberales en Europa; apoyando a los que ganen las elecciones para formar mayorías estables; y no enfrentarse a los ganadores haciendo pactos de perdedores para ocupar sillones. ¿Están dispuestos a iniciar ese camino rompiendo con todo lo que no sea centro liberal progresista, y limpio de corrupción? Lo dudo, pero lo deseo.