Subida y caída
¿Quién decía aquello de más grande será la caída? Siempre se ha relacionado la caída, el derrumbe, al “ego”. Cuanto mayor sea el “ego”, mayor será el desplome. ¿Se puede aplicar este principio a la política? Quizá sí. Aunque las grandes caídas no suelen tener una sola causa. Cayó Ciudadanos, y todo parece indicar que Podemos va por el mismo camino. ¿Por el ego? Y por algo más. ¿Por las mismas causas que Ciudadanos? En parte sí; en parte no. Pero hay caída.
Ambos aparecieron en el escenario de la política, porque llegaban para ocupar un espacio que la sociedad reclamaba desde hacía mucho tiempo. Muy distintos espacios. Sí. Pero espacios necesarios. Unos para representar a lo que en Europa se llaman partidos liberales. “Ni rojos ni azules” ¿Se acuerdan? Y subieron como la espuma porque la sociedad los reclamaba. Debían apoyar las iniciativas más acordes con los tiempos y los problemas del momento; vinieran por la izquierda o por la derecha. Daba igual. Importaban los ciudadanos, los problemas, las soluciones.
Los otros venían del movimiento 15-M. Un movimiento surgido de abajo a arriba, surgido de la gente. Venían a completar, a purificar, la socialdemocracia. Venían a dar respuesta a las inquietudes sociales de una mayoría; a dar respuesta a las desigualdades. Por eso subieron. Pero cuando ambos se encontraron en una cúspide, que ni ellos habían soñado, apareció “el ego” y la estrategia equivocada. Empezaron a pensar en el “sorpaso”. Unos al PP y los otros al PSOE. A eso no habían venido. Y cayeron. Ciudadanos sin remedio. Podemos con una esperanza de remontada.
Esa esperanza vino de alguien que comprendió lo que estaba pasando; de alguien que estaba decidida a seguir con el proyecto iniciado en la calle. Se llama Yolanda Díaz; se llama Sumar. Pero… Siempre el pero del que se siente derrotado y busca resucitar de sus cenizas. Ya era tarde. La casta estaba muy arraigada entre sus fundadores. Y lejos de incorporarse a la única salida que tenían, han optado por lo que nunca han debido hacer; por lo que siempre ha hecho la izquierda para no ser un bloque contra el capitalismo neoliberal. Han optado por la pinza. Grave error que puede pagar la propia ciudadanía, obstaculizando los avances sociales emprendidos. El delirio de Belarra: “Pedro Sánchez prefiere aliarse con los genocidas” De pena.
http://juliocasarrubios.blogspot.com