Cambios profundos

Algo se mueve en el País Vasco. Estaba oyendo decir al Sr. Feijóo que el Partido Socialista es una máquina de votos para Bildu. Me quedé pensando. No. No es cierto. Es solo una expresión, que revela la inercia del presidente del Partido Popular, de levantarse como todos los días y pensar de qué manera le puede hacer más daño a Pedro Sánchez. No hay más. Un mensaje absolutamente vacío. Pero hay algo que puede conducir a llevarnos hacia la realidad de lo que está pasando. Sí. La clave está en el resultado de Bildu. Se ha colocado en el pelotón de cabeza con mucha fuerza.

Que la hegemonía de gobierno la han tenido siempre, y que la van a seguir teniendo el PNV y el PSE, es una realidad palmaria. No sabemos por cuanto tiempo. No ha sido una sorpresa. Lo anunciaban las encuestas. Ahí no está la clave del cambio. La clave hay que situarla en el ascenso de la izquierda abertzale. Ese sí es el fenómeno nuevo; que tampoco ha sido ninguna sorpresa. Pero pone de manifiesto que en el País Vasco algo se mueve, desde que el 20 de octubre de 2011 la organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna anunciara el cese definitivo de la violencia.

ETA ya no existe. La violencia terrorista ha desaparecido. Por fin ha llegado el convencimiento de que la palabra es más noble y eficaz que el tiro en la nuca. Pero eso es un hecho tan significativo que debía dejar, que ha dejado, huella en la sociedad vasca, y en España. ¡Corto!. Cambio papel y pluma porque aparece la noticia bomba, que marcará un antes y un después en la historia de la democracia en España. Pedro Sánchez decide tomarse cinco días de encierro para decidir si continúa al frente del gobierno o dimite.

Cuando Vds. estén leyendo estas líneas ya sabremos si Pedro Sánchez sigue al frente del Gobierno de España o si lo deja. La carta que ha publicado anunciando los cinco días de reflexión pone de manifiesto que la presión de una oposición desmedida tiene un límite de aguante. Cuando sepamos el desenlace, podremos opinar con más conocimiento el contenido de la carta, o lo que es lo mismo, su estado de ánimo. Seis años dominados por el negacionismo, la desinformación, la polarización, y el insulto, no hay cuerpo que lo aguante. Lo veremos. Hasta la semana que viene.

 

 

Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com