HÉROES OLVIDADOS
Los hay, héroes olvidados, que desde el minuto cero, desde que la tragedia se cernió con toda su fuerza sobre los pueblos de Horta Sud de Valencia, no dudaron en dejarlo todo atrás para acudir en auxilio de sus conciudadanos.
Hoy son héroes olvidados, ayer, como siempre, fueron héroes necesarios, tan necesarios que llegaron a realizar más de 3000 rescates en las primeras 24 horas, fueron los primeros que llegaron, serán los últimos que se vayan, si los políticos, de forma negligente, inhumana para ellos por la carga emotiva que dejan atrás, después de siete días sin descanso, por ser obligados a abandonar a sus vecinos, a su gente cuando más los necesitan, no les apartan de sus demarcaciones y de sus competencias (ya lo han hecho), no les apartan de sus conciudadanos, de sus amigos, de sus familias.
Hombres y mujeres que no dudaron, viendo la tragedia que acechaba y asolaba a sus pueblos, a los pueblos en los que conviven con los damnificados, siempre cercanos y siempre accesibles a sus vecinos, en dejar todo atrás, su casa, su familia, sus compañeros, con la incertidumbre de no saber si volverían a verlos, para ayudar a los necesitados, más allá de lo que, como sociedad, les exigimos.
Hombres y mujeres curtidos en cien batallas, en 180 años ininterrumpidos de solidaridad ante las catástrofes, hombres y mujeres con una vocación de servicio que les impide doblegarse frente al peligro, que hemos visto llorar, porque los héroes también lloran ante las circunstancias que vivieron, lloraron de impotencia, de frustración, lloraron porque no llegaban a todo ni a todos, hombres y mujeres que hubiesen querido haber podido tener el don de la ubicuidad, y que ante la falta de superpoderes, cuando acababan su servicio, sin descanso, porque sabían que el tiempo corría en su contra, se quitaban esa ropa de superhéroe con la que les distinguimos a diario y con la suya de paisano seguían con su batalla contra el tiempo y la tragedia.
Hombres y mujeres que trabajaron, en algunos casos bajo la losa psicológica de haber perdido a algún compañero, algún familiar, algún amigo, que trabajaron habiéndolo perdido todo, sus uniformes de superhéroes, su casa, sus enseres, sus recuerdos, como un vecino más.
Héroes anónimos trabajando sin descanso, sin publicidad, en silencio, sin medios, en ocasiones sin aliento, sin descanso, sin reivindicarse, son los hombres y mujeres de la Guardia Civil en la zona cero, en cualquier zona cero.
Los héroes que haciendo bueno el artículo 6ª de su propia Cartilla, "fueron pronostico feliz" para los afligidos que esperaban que alguien les ayudase, héroes de verde, que una vez más, mantuvieron ante las dificultades, su espíritu benemérito, el espíritu ahumadiano que les inculcó su fundador, y que ayudaron a evitar muchas más muertes, a paliar un poco la desgracia.
Son como siempre fueron, los auténticos héroes, los de verdad, a los que hoy, cinco días después, hemos olvidado, como siempre hacemos, de los que no se acordará ningún dirigente, que no saldrán en ningún medio de comunicación, olvidados ahora cuando la avalancha de medios, de personal y de periodistas en la zona devastada es más que evidente, olvidando que ellos trabajaron más de 48 horas solos, héroes anónimos a los que debemos cerca de 5000 rescates y más de 30.000 auxilios tan sólo en los tres primeros días.
Hoy son los guardias civiles de Valencia, pero siempre son los guardias de nuestros pueblos, nuestros vecinos, nuestros amigos, son nuestros guardias, con los que tomamos café, a los que saludamos por la calle, son esas personas que sabemos que siempre estarán cerca, a los que acudimos cuando tenemos un problema, son nuestros héroes, siempre cercanos y siempre dispuestos cuando los necesitamos.
Hoy, como siempre, a pesar de su esfuerzo, de su trabajo, de su sacrificio extremo, héroes olvidados.
Antonio Mancera Cárdenas
Guardia Civil retirado por accidente en acto de servicio
Publicado en Tribuna Benemérita