sábado. 23.11.2024

El diputado que insulta para no tener que pensar

Artículo escrito por Aurora Gómez Campos

“Acláreme algo, ¿está intentando ofenderme o es sólo que es estúpido?”, dice el personaje de Debra Winger en la película Tierras de Penumbra. Ocurre muchas veces que el insulto es tan infantil que una no se lo cree. El diputado de Vox José María Sánchez García le ha dicho `bruja´ a la diputada socialista Laura Berja. Sí, bruja, ni más ni menos. No se les exige a los diputados que insulten tan bien como Quevedo y Góngora, pero sí algo más de ingenio. ¿Qué fue de aquellos parlamentarios como Emilio Castelar, Salustiano Olózaga, Francisco Pi y Margall, José Canalejas, Nicolás Salmerón, José Echegaray y tantos otros? Insultaban tan elegantemente que el insultado podía sentirse privilegiado por ello. `Bruja´ es ese insulto tontaina que a una le dice un hombre cuando atisba que lee de corrido, ¡y él no!

Esta mera anécdota parlamentaria cobra relevancia cuando se averigua que el insultante, José María Sánchez García, es catedrático de Derecho en la Universidad de Sevilla y juez en excedencia. Todo ese viacrucis de estudio para quedar retratado con el insulto de un párvulo. Y es que una creció creyendo que cuando las personas se hacen mayores, la edad las vuelve personas serias, honestas y maduras. Precisamente saber que hay demasiadas personas que no maduran me hizo alcanzar más madurez. Qué sorpresa saber que hay tanta gente que crece como un árbol: hacen una poca fotosíntesis y ya está. Igual que el catedrático José María Sánchez García que, a pesar de su peso jurídico, insulta solo a nivel básico y desde el centro de su aniñado intestino harto de Mejorales.

El insulto es un arte y un retrato. Un arte porque un buen insulto es como un regalo de la inteligencia que hay que agradecer con educación y cortesía. Y es un retrato porque describe con claridad y precisión el corazón y la mente de quien lo profiere. Cuánto tonto y cuánta tonta se retratan insultando; qué desnudez hay en un envidioso que insulta; y qué confesión tan sincera hay en quien vive acusando.

José María Sánchez García, el juez en excedencia, catedrático de Derecho que inexplicablemente insulta sin vestimenta intelectual es el paradigma de persona que no ha asimilado qué es el Derecho. La ciencia del Derecho proporciona un nada desdeñable patrimonio dialéctico que Sánchez García no parece haber atesorado.

Pero lo más molesto del caso, el busilis de la cuestión, es que un diputado diga “bruja” como argumento. Hay que tener en cuenta que este señor es legislador del reino de España, ¡legislador! Esperemos que no sea representativo, que solo sea un curioso espécimen de parlamentario en un colectivo con mayor nivel moral y mental. El parlamentario, juez en excedencia y catedrático de Derecho también señala con el dedo a otros diputados. Quizá no haya constatado aún que señalar con el dedo es una autoacusación de impotencia y debilidad verbal.

El diputado que insulta para no tener que pensar