Tras dos años, la Virgen de Consolación se echa a la calle contra viento y marea
La última vez que la patrona de Valdepeñas pisó el suelo de la Ciudad del Vino fue en las Fiestas de la Vendimia de 2019. Por eso hoy, a pesar de la previsión de lluvia, del cielo encapotado y de un Sol que llevaba por apellido agua, la Virgen de Consolación ha salido en procesión extraordinaria con motivo del Día de la Inmaculada Concepción. Ha sido antes del mediodía, después de la misa en su honor que ha llenado la Iglesia de la Asunción.
En la puerta ya colgaba un cartel a las 11 horas indicando que el aforo estaba completo, de ahí que muchos vecinos y devotos hayan esperado pacientemente en la Plaza de España durante un rato. La incertidumbre ya hacía mella media hora antes, cuando el viento apretaba y las nubes cada vez eran más oscuras. Sin embargo, puntuales, a las 11.30, han empezado a salir los estandartes de cada una de las hermandades de la Semana Santa de Valdepeñas con 3 representantes por cofradía. La Agrupación Musical Maestro Ibáñez ponía mientras melodía a sus pasos y los ciudadanos miraban expectantes hacia la puerta de la Parroquia.
Y justo en el momento en el que la Patrona ha terminado de cruzar ese pórtico al son del himno nacional, la lluvia ha empezado a descargar con algo más de fuerza. Afortunadamente todo se ha quedado en un susto porque, al reanudar su camino hacia la calle Real, ni la Virgen de Consolación ni las decenas de valdepeñeros que le seguían se han mojado.
Como decimos, durante dos años, aquellos que creen en su ayuda, solo han podido visitarla sentados en un banco o admirándola frente a frente. Hoy, en compañía y llevándola en andas, le han vuelto a pedir que los proteja y que mantenga la poca mejora que hemos vivido desde 2020.