La subida de la luz, los desconocimientos más comunes y la incertidumbre hacia la factura del mes que viene
Apenas estrenada la nueva tarificación de la factura eléctrica, los consumidores tratan de asimilar el traslado de consumos, a las llamadas horas valle. Pero la inercia y el desconocimiento de cómo funciona el recibo de la luz hacen que todo siga igual. Los expertos insisten en recomendar que revisemos la potencia contratada.
La parte de la tarifa eléctrica que ha sufrido variación es la regulada, que supone un 40 por ciento del total a pagar. En ella se establecen las distintas franjas horarias, con importes que se incrementan desde las horas valle, hasta las horas punta. La parte de facturación libre representa un 30 por ciento de la facturación y continúa sujeta al criterio de las comercializadoras. El restante 30 por ciento es la parte de impuestos.
Los consumidores llevan tiempo escuchando dos puntos de vista opuestos. Por un lado, el de las compañías eléctricas, que dicen que en España se paga la luz más barata de la Unión Europea; y por otro el de las asociaciones de consumidores (OCU o FACUA), que defienden que en España el precio de esta energía está entre los más caros de Europa. Analistas independientes apuntan detalles importantes, como que en nuestro país pagamos un 21 por ciento de IVA en el recibo de la luz, frente a países que tienen la parte de consumo más cara, pero el IVA reducido.
Tanto familias como pequeñas empresas y negocios tienen opciones para conseguir pagar menos luz, sin alterar demasiado su demanda de energía.
Las compañías que explotan las energías renovables, como la fotovoltaica, se esfuerzan ahora en ofrecerse como la alternativa más interesante: el autoconsumo. Puede ser una solución, siempre que dimensionemos bien la instalación que necesitamos.Despejaremos todas las incógnitas, con la llegada de la primera factura.