Un recorrido por las Cruces de Mayo de Valdepeñas
La tradición de las Cruces de Mayo, lejos de perderse en Valdepeñas, cuenta cada año con un mayor número de colectivos y de personas que a título individual las instalan y engalanan, logrando en algunos casos auténticas obras de arte en las que el contenido religioso está muy presente.
Olor a hinojo y romero entre otras hierbas aromáticas. Imágenes, flores de exorno, colgaduras, encajes, todo esto y mucho más se puede apreciar en la conmemoración de la Santa Cruz, cuyo origen es la conmemoración del hallazgo por parte de Santa Elena, madre del emperador Constantino, de la verdadera Cruz de Jesucristo, en su peregrinación a Jerusalén
Asociaciones, colectivos y particulares se afanan en estas fechas en ofrecer lo más selecto y bello en el ornato de las cruces.
En el recorrido que ofrecemos, nos situamos primero en la de la Asociación de Coros y danzas Fermento, que desde el pasado viernes ya se puede visitar la tradicional cruz que tiene forma escalonada.
Se trata de una cruz que trasmite sensación de pureza en este mes de María y de las flores.
Por su parte, la hermandad de Misericordia y Palma apuesta por recuperar las tradiciones.
Para la puesta en escena de esta cruz que acoge durante todo el mes la casa hermandad de la calle Cristo, han contado con la colaboración de hermanos y hermanas en este caso veteranas.
El punto de lectura de la Avenida Primero de Julio acoge la cruz que ha instalado la Asociación Raigambre, que estará expuesta durante todo el mes y que conmemora su decimotercera edición.
Hay varios matices que recordó el presidente de esta Asociación, Luis Miguel Ferrero, ayer durante la inauguración.
Este año, la cruz de Raigambre no ha sido ajena entre otras figuras, a la de Santa Teresa de Ávila.
Como en otras inauguraciones, se ofrecieron rosquillos, mistela y no faltó el canto del mayo a la Virgen de Consolación.
Esta tarde se inaugura la de la Asociación de vecinos del barrio del Lucero.