Torres Pérez se propone "acercar posturas" para acabar con el conflicto entre industrias
Antonio Torres, de 57 años, es miembro de la cooperativa Santiago Apóstol, de Moral de Calatrava, es gerente de la sociedad agraria de transformación Coagral y ha trabajado en la Delegación de Agricultura de la Junta de Castilla La Mancha en Guadalajara. Su aceptación del cargo de presidente de la DO Valdepeñas obedece a su voluntad de hacer algo por su tierra y promover que el vino de Valdepeñas sea noticia por su calidad y éxito comercial, mucho más que por los enfrentamientos entre industriales y entre éstos y los productores de uva, cada vendimia.
No oculta su desconocimiento de la compleja problemática del sector en Valdepeñas y admite que tuvo que activar el navegador de su coche, para poder llegar por primera a la sede del Consejo Regulador. Y es precisamente esa cualidad de ajeno al sector y sus problemas lo que le confiere independencia y lo que llevó a autoridades y miembros de la Denominación a proponerle como nuevo presidente. Su primera misión, intentar el acercamiento en el conflicto entre los principales industriales. Un conflicto que se libra en los juzgados.
Torres asume el decálogo de normas prescrito por su antecesor, el alcalde Jesús Martín, para asegurar la trazabilidad de los vinos y que la información que se indica en el etiquetado es veraz y completa, a ojos del consumidor.
Tiene palabras de elogio para el Consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, por su interés y apoyo a la DO Valdepeñas, de la que prefiere que se hable por la calidad de sus caldos y su éxito en los mercados.
Y cree que "el problema endémico de la baja cotización de la uva, es común a toda la producción agrícola española dado que compite con productos extracomunitarios con costes muy inferiores a los nuestros".
Los 260 kilómetros entre Valdepeñas y la capital alcarreña no serán obstáculo para presidir la institución. Torres confía en el equipo profesional que compone este órgano certificador.