Mis recuerdos de aquella tarde de 1990 con Gregorio Prieto en la residencia de ancianos
32 años han pasado desde que se obtuvo la fotografía que acompaña este comentario. Treinta y dos años, desde aquella tarde que el compañero de La Comarca de Puertollano, Julio Bayo y el autor de estas líneas, nos desplazamos a las dependencias que ocupaba por aquel entonces nuestro reconocido pintor, Gregorio Prieto Muñoz en la residencia de ancianos “Nuestra Señora de Consolación”, en su actual ubicación de finales de la calle San Juan.
Gregorio Prieto tenía 93 años de edad, y ya había trasladado su lugar de residencia desde Madrid a Valdepeñas. Ya se había procedido a la inauguración de su casa-Museo.
¿Y porque fuimos a visitar aquella tarde a Gregorio Prieto?. Por el interés mostrado por el citado compañero para entrevistar al reconocido pintor valdepeñero. Solicitamos autorización a los dirigentes de la Fundación Museo y como es natural a la propia residencia (antes era muy frecuente reconocerla como el “asilo”).
Y hasta allí nos fuimos. Yo de testigo fiel de la entrevista y Julio Bayo, con casete para grabar todo lo que nos dijo Gregorio Prieto, que fue mucho y con una gran claridad de ideas.
Aunque ya han pasado más de 30 años, quiero recordar que la madre superiora era Sor Celia Peláez, de grato recuerdo para mí, pues fue durante su mandato como superiora cuando se estrenó el nuevo edificio, dejando atrás el vetusto de la calle Torrecilla.
Igualmente quiero recordar que luego nos quedamos a compartir una merienda.
Gregorio Prieto Muñoz, nació en Valdepeñas (1897). Murió en esta ciudad en 1992, a los 95 años de edad. Cuando contaba 92 años de edad, ya con la salud algo deteriorada, se emocionó como un niño cuando el Rey don Juan Carlos se trasladó a esta ciudad para inaugurar la Casa-Museo de la Fundación al que da nombre este genial pintor del 27.
Ya lo dijo ese mismo día el entonces vicepresidente de la Fundación, el recordado Antonio Sánchez Ruiz “Gregorio Prieto nunca olvidó su tierra, a la que ha vuelto finalmente”.
El Rey don Juan Carlos dejó escrito en el libro de honor entre otras cosas: “Valdepeñas y Gregorio Prieto han quedado unidos para siempre”.
Por aquel entonces era alcalde de Valdepeñas, Esteban López Vega y José Bono Martínez, presidente de Castilla-La Mancha.