'Con nombre propio'
He leído y saboreado con deleite estos días el nuevo poemario de Presentación Pérez González. Esta infanteña, maestra de profesión, atesora una larga carrera como animadora cultural y como escritora. A grandes rasgos ha participado en la Asociación de Amigos del Teatro, en el Grupo Literario Guadiana y en la actualidad es la Escribana Mayor de la Orden Literaria Francisco de Quevedo, de Villanueva de los Infantes.
Como poeta atesora una ingente producción de colaboraciones en revistas y libros colectivos, además de dos poemarios individuales, De un tiempo a esta parte (2.010) y Cenicienta no quiere un príncipe azul (2.013). También es motivo de orgullo, el haber sido incluida en la XXI Selección de Voces Nuevas de la Colección Torremozas. Esta editorial independiente está especializada en la literatura escrita por mujeres, para visibilizarlas, hacerlas accesibles y situarlas en el panorama literario actual.
'CON NOMBRE PROPIO' es el título del nuevo libro de Presentación Pérez González, que, con una voz muy original, empapada de origen y de raíz y un lenguaje en apariencia pobre, lejos del lujo y del énfasis de cierta poesía que detesto, construye un entramado poético sencillo y muy elegante, que tiene que coincidir con su carácter, con su forma de ser en la vida, aspectos estos desconocidos para mí.
Un extraordinario surtido temático conforma este poemario. Con cercanía y humildad se compromete y denuncia para sacar a la luz el oprobio, la infamia, la injusticia que estruja a los niños del pegamento, a las mujeres ignoradas, a los que tienen el cielo por posada.
Sus palabras nos acarician el alma cuando homenajea a su padre, que es mi padre, que es mi mundo, mi desarrollo vital y diario. O a su abuela, y los cuentos impregnados y atufados del carbón de un tiempo pretérito y de los que apenas recuerda el contenido.
Con ella me vuelvo a enamorar “adolescentemente” cuando la leo. Permitidme que yo también invente, que contribuya en algo a esta tarea creadora, volviendo a bajar en mi memoria “las persianas en el dulce letargo de la siesta”.
Presentación celebra la vida, como dice magníficamente Juan José Guardia Polaino en el prólogo que le ha regalado (cuando yo sea poeta quiero una introducción igual), pero igualmente denuncia, “que el dolor no es algo ajeno, aunque existen cicatrices que pueden redimirnos”.
Es un libro hecho de memoria, lleno de recuerdos, de melancolía por el tiempo ido, de pequeños momentos, de echar atrás la mirada para hacer balance y contemplar solo los retratos importantes para la historia, para el cuento que construimos en pareja. Porque también hay mucho de eso, de la soledad en la pareja que es la más dolorosa y paradójica.
Y así es como entiendo yo la poesía, de manera dialógica, conversando el presente, con el pasado y con el futuro, uncidos todos ellos con sensibilidad y ternura olvidando que el tiempo es un recipiente estanco, inmiscible.
Un gran trabajo que denota una madurez creativa atemperada a base de compromiso y de sentimiento poético, que como digo, me ha hecho sentirme muy feliz por unos días.