'Aquí', de Francisco Caro
La flamante editorial: “Mahalta” ha comenzado su andadura por los caminos de La Mancha y otras tierras, con la publicación del libro: “Aquí”, de Paco Caro- número 1 de la colección: Poesía-, poeta castellano-manchego de reconocida obra, nacido en Piedrabuena (1947), pueblo natal también de su/nuestro común amigo el gran vate Nicolás del Hierro, pero él más colega de Nicolás que el artífice de esta crónica, dado que, ambos son paisanos y eran amigos desde pequeños, cuando iban a jugar al río, el río de sus vidas y sus memorias, que aparece varias veces en sus versos cargados de vida, sueños y nostalgia.
Además, creo, incluso que, N. del Hierro ha influido en la vocación poética de P. Caro, ya que, es un literato de vocación tardía, que se dedicaba a la docencia más que a la “Litegatuga”, -como decía con su extraordinario sentido del humor mi querido amigo y admirado poeta Vicente Núñez-. Francisco Caro publicó su primer libro en el año 2006 y hasta el actual, que han trascurrido 15 años, han visto la luz 11 poemarios y una antología, que es una excelente cosecha y que le dado muy buenos caldos, porque es un juglar muy activo en la redes sociales y en el ambiente poético, además de querido y valorado en el mundillo literario, que ya es raro, dado que en él que hay cada víbora…, que escupe veneno por su boca cuando alguien destaca más que él o ella, que de todo hay en la viña del señor, hasta cepas locas…
El libro
Tras leer dos veces: “Aquí”, ejemplar de 100 páginas dividido en tres partes a cuál más interesante, y que constato que todas se salvan de la quema del fuego eterno en la que tantos libros de versos deberían arder, tengo que decir sin ningún rubor, que es un hermoso e interesante poemario, en el que la nostalgia del pasado rezuma e impregna con su exquisito sabor a vino añejo todas sus pupilas gustativas- sus páginas-, que están escritas con la sangre roja del corazón, hasta el extremo que, durante su lectura, hay poemas en los que se me han saltado las lágrimas-algo difícil en la poesía actual-, porque es un tomo de verdadera poesía, no de versos muy bien escritos y torrenciales pero fríos, helados de contenido. Tampoco adolece de la verborrea de palabras rebuscadas de muchos aedos, que no dicen nada, que están vacías de sensibilidad, huecas de mensaje y emoción que corra impetuosamente por sus azuladas venas-líneas- como un torrente de lava que no nos abrasa, ni toca con su dedo mágico el corazón, porque para mí la poesía- la verdadera poesía- es emoción, no creación de lenguaje, ni filigranas literarias de juegos florales, ni salvas de pólvora, que se pierden entre las nubes del cielo…
Bienvenido
Bienvenido sea a las librerías este pequeño volumen de tamaño, pero grande de contenido, cuyo precioso y original dibujo de portada es del polifacético creador Teo Serna, buen poeta, mejor pintor y excelente músico; la foto del autor y de la contraportada son de MC Barri, y la instantánea en blanco y negro del futuro poeta cuando era adolescente-por cierto muy bello- del fallecido Pedro Cabezas Delgado.
Fin
Y finalizo mi reseña a: “Aquí”, de Francisco Caro, uno de esos literatos del que destaco sus siguientes libros: “Mientras la luz” (Ciudad Real, 2007) Biblioteca de Autores Manchegos. “Las sílabas de noche” (Premio Juan Alcaide 2007) Ediciones: “Amigos de J. Alcaide”. Valdepeñas, 2008. “Desnudo de Pronombre” (Accésit premio Tomás Morales, 2008). Cabildo de Gran Canaria. Las Palmas, 2009. “Plural de sed” (Ed. Lastura, 2015). “Locus Poetarum” (Ed. Polibea, 2017), así como los galardones de los que se ha hecho merecedor: Premio de la Asociación de Escritores de Castilla-La Mancha 2004, Juan Alcaide 2007. Premio Ciudad de Zaragoza de Poesía 2008. Ateneo Jovellanos de poesía 2008. Ciudad de Alcalá 2009. XXI Premio de Poesía José Hierro 2010. Premio Leonor de Poesía 2013 y Premio Antonio González de Lama de Poesía 2017, entre otros, lo que lo convierte en un bardo muy premiado, casi tanto como nuestro común y querido amigo el gran lírico Federico Gallego Ripoll, que es otro de los versificadores que se salvan de la quema en la hoguera…, en la que deberían arder una legión de poetastros, aunque ellos se crean: Quevedo, Góngora, Lope, García Lorca, Cernuda, Aleixandre…