La Junta prioriza la vacunación a grandes dependientes, modifica las visitas a residencias y establece nuevos puntos de vacunación
"Si tuviéramos que tomar decisiones más duras, las tomaremos", ha dicho el presidente de Castilla-La Mancha convencido de que, en estos momentos, "deben pesar más las medidas positivas frente a las restrictivas" dada la trayectoria de la pandemia, el conocimiento sanitario de la misma y el comportamiento social frente al virus
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado en rueda prensa que, a partir de mañana, jueves 30 de diciembre, se habilitarán en toda la Comunidad Autónoma 9 nuevos puntos de pruebas para detección de Covid-19. Del mismo modo, ha indicado que la prioridad del Ejecutivo que preside son los grandes dependientes y los mayores, por lo que se va a empezar la inoculación de la tercera dosis de la vacuna a las personas dependientes que no la tienen, por edad, y a sus cuidadores.
"No vamos a plantear medidas especiales para los próximos días, pero sí para los colectivos más vulnerables", ha dicho García-Page, que ha comparecido ante los medios tras la reunión de la Comisión de Salud Pública y Vacunación en el Palacio de Fuensalida, en Toledo, y en la que han tomado parte los consejeros de Sanidad y Bienestar Social, Jesús Fernández Sanz y Bárbara García-Torijano, respectivamente. Una reunión en la que también se ha acordado limitar a una las vistas semanales a los centros sociosanitarios, una medida que se revisará cada 15 días.
Las primeras palabras de la comparecencia del jefe del Ejecutivo regional han sido para el personal sanitario, a quienes ha agradecido su trabajo "tranquilo y profesional", al tiempo que ha explicado que la presión hospitalaria que se registró en la primera ola, hoy se da en los centros de Atención Primaria. Así mismo ha destacado el "ejercicio de común sensatez" del que está dando muestras la sociedad de Castilla-La Mancha, ya que "en estos días de Navidad ha habido más autoconfinamiento que en el puente de diciembre".
"Vamos a seguir minuto a minuto, sin descanso, la evolución de la pandemia", ha garantizado García-Page, consciente de que los datos irán a "peor" y que "la cuesta de enero va a ser más cuesta que otras veces". En este orden de cosas, ha aclarado que, si bien la variante Ómicron es más contagiosa que las anteriores, no conlleva los elevados números de hospitalizaciones que se dieron con las otras.
A este respecto, ha indicado que, en los momentos más duros de la pandemia, el 10 por ciento de los afectados iban al hospital, mientras que la proporción a día de hoy es de un 1,15 por ciento. Es decir, diez veces menor. "Debemos seguir con la pauta de la vacunación, con la distancia social y con el uso de las mascarillas", ha sugerido el jefe del Ejecutivo castellanomanchego.
Colaboración del ejército
Lejos de imponer nuevas restricciones en la Comunidad Autónoma que, "tan solo serían eficaces si tuvieran alcance nacional o global", ha dicho, el Gobierno de Castilla-La Mancha cuenta con 120 militares que se han sumado a los equipos de rastreo ya existentes en la región y otro cupo más que ha cedido el Ministerio de Defensa para impulsar e incrementar el rimo de vacunación.
García-Page ha explicado que en Castilla-La Mancha hay 16 puntos donde se lleva a cabo la vacunación masiva y que, en la medida de lo posible, se va a separar espacios habilitados para pruebas de los Centros de Atención Primaria para evitar saturación y que estos puedan seguir con el día a día.
Respecto al periodo de duración del confinamiento en el caso de la variante Ómicron el presidente de Castilla-La Mancha se ha mostrado partidario de limitarlo a 5 días, "es una medida razonable y sensata desde el punto de vista sanitario, económico y social", ha dicho, al tiempo que ha considerado que "no se puede tener a más gente confinada que cuando la situación era mucho peor".
Tres argumentos
Las decisiones que hoy ha tomado la Comisión de Salud Pública y Vacunación se han basado en tres argumentos, según ha explicado el mandatario regional: las medidas positivas deben primar frente a las restrictivas, puesto que la situación no refleja la gravedad de la primera ola. "Hay un gran dispositivo en marcha y contamos con una experiencia colectiva y sanitaria", ha apuntado el presidente regional. En segundo lugar, se impone la prioridad de proteger y cuidar a los colectivos más vulnerables y, por último "poner al día protocolos de actuación si el comportamiento del virus cambia", ha afirmado.
"Salvo que en España se decida reducir la movilidad o se exija confinamiento domiciliario nos vamos a centrar en las poblaciones diana", ha reiterado García-Page, al tiempo que ha invitado a celebrar las fiestas de fin de año con "mucha prudencia".