13 municipios de Ciudad Real superan los 300 casos por cada 100.000 habitantes y 4 los 400
Este jueves la Consejería de Sanidad ha dado a conocer los contagios que han existido en cada lugar de Castilla-La Mancha entre los días 9 y 15 de agosto. Unos datos que reflejan una bajada de positivos en las cinco provincias que conforman la región, pero que sigue dejando puntos negativos.
En nuestra provincia son 13 los municipios que tienen una incidencia a 7 días superior a los 300 casos por cada 100.00 habitantes. Una incidencia que se considera bastante alta, y en términos sanitarios se podría decir que estos 13 pueblos están en riesgo extremo de contagio, ya que a partir de 250 casos por cada 100.000 se considera así.
La localidad ciudadrealeña con pero incidencia en esta semana es Torralba de Calatrava que ha notificado 15 casos y tiene una incidencia de 505,73 positivos por cada 100.000 habitantes. Después se encuentra Almagro con 38 contagios y una incidencia de 426,73 casos por cada 100.000. A continuación vemos La Solana, que por tercera semana consecutiva vuelve a estar en este ranking, con 63 positivos y una incidencia de 408,59 contagios por cada 100.000. Fernán Caballero es la siguiente, con 4 casos y una incidencia de 406,09 positivos por cada 100.000.
Después de estas cuatro, todas las que vienen se sitúan con una incidencia entre los 300 y los 400 contagios por cada 100.000 habitantes. En orden de peor a mejor incidencia se encuentra Fuencaliente con 4 positivos, Bolaños con 45, Albaladejo con 4, Horcajo con 3, Villamanrique con 4, Villanueva de los Infantes con 17, Fuente el Fresno con 11, Puerto Lápice con 3 y Carrión con 10.
Es pertinente recordar que no es lo mismo el número de contagios que pueda haber en cada localidad que la incidencia. Esta última se calcula en base a los positivos y la población que tienen los municipios. La situación está mejorando de forma general, de hecho en nuestra provincia hemos pasado de registrar 5.049 a 3.680 casos en tan solo una semana. Hay motivos para ilusionarse con el fin de la quinta ola, pero queda claro que no hay que bajar la guardia.