Los alergólogos pronostican este año una mejor primavera para los alérgicos al polen en Castilla-La Mancha

Debido a la falta de lluvias en el otoño y en el invierno, se estima que esta primavera va a registrar unos niveles de pólenes de gramíneas más bajos de lo habitual

Las personas alérgicas al polen en Castilla-La Mancha se enfrentan a una primavera con unos niveles de polen menores que los del año pasado, según ha informado el doctor Antonio Moreno Fernández, alergólogo del Hospital ‘Virgen de la Luz’ de Cuenca, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), y presidente de la Sociedad Madrid-Castilla-La Mancha de Alergología e Inmunología Clínica.

Según la predicción de polinización que realiza cada año el Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología, con la colaboración, como en ejercicios anteriores, del Área de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Castilla-La Mancha, este año las personas alérgicas al polen se enfrentan a una primavera con unos niveles de polen menores que en 2021, con una concentración estimada que oscilará entre los 1.000 granos por metro cúbico de aire que se registrarán en Cuenca y los 4.000 previstos para la provincia de Toledo.

Por su parte, las provincias de Albacete, Guadalajara y Ciudad Real se estima que registrarán unos niveles de polen de entre 2.000 y 3.000 granos por metro cúbico de aire.

El alergólogo del ‘Virgen de la Luz’ ha recordado que existe una relación directa entre las precipitaciones del otoño e invierno y los recuentos de pólenes de gramíneas durante la primavera.

Niveles

En este sentido, el doctor Moreno ha indicado que la predicción del nivel de intensidad se realiza con la recopilación de los datos mencionados, junto con otros factores climatológicos como la temperatura y la humedad y que, atendiendo al número de gramíneas recogido, la primavera se puede clasificar como leve cuando se registran menos de 4.000 granos/m3; moderada, al situarse entre los 4.000 y 6.000 granos/m3; o intensa, cuando se superan los 6.000 granos/m3. 

Es por ello que esta primavera, debido a la falta de lluvias en el otoño y en el invierno, se estima que va a registrar unos niveles de pólenes de gramíneas más bajos de lo habitual, lo que contribuirá a una disminución de los síntomas alérgicos.

Las enfermedades alérgicas en Castilla-La Mancha afectan a un 30 por ciento de la población, lo que supone unas 600.000 personas, y en los últimos años la prevalencia de pacientes sensibilizados a gramíneas ha pasado del 35 al 70 por ciento.

En el caso de la alergia al polen del olivo, la prevalencia de sensibilización ha pasado del 30 por ciento al 52 y, en el caso de la arizónica, del 9 al 23 por ciento.

El facultativo de la Unidad de Alergología del Hospital de Cuenca y presidente de la Sociedad Madrid-Castilla-La Mancha de Alergología e Inmunología Clínica ha señalado que la patología alérgica merma de una manera extraordinaria la calidad de vida de los pacientes y que, a la vez, lleva consigo un alto coste socioeconómico.

En este sentido, Moreno ha hecho hincapié en la importancia de un manejo integral de las enfermedades alérgicas, no solo desde un punto de vista terapéutico, sino también orientado al paciente para ofrecerle las pautas necesarias sobre cómo convivir mejor con su enfermedad.

Por último, ha insistido en que los pacientes alérgicos deben evitar automedicarse y ha recordado que la inmunoterapia o vacunación antialérgica debe considerarse como una herramienta de primer orden en el manejo de los pacientes alérgicos y que, en la actualidad, es el único tratamiento que ha demostrado eficacia desde el punto de vista etiológico, es decir, el único que puede llegar a curar al paciente alérgico.