Koba llega a La Solana para mejorar la vida de las personas mayores
Los usuarios de la Vivienda de Mayores de la localidad ya están haciendo terapia asistida con su nueva amiga
Los usuarios de la Vivienda de Mayores de La Solana tienen una nueva amiga. Se llama Koba, una linda podenca andaluza que ha llegado para estimular su día a día. Pertenece a la Asociación Gudcan, un colectivo de origen conquense dedicado a las terapias asistidas con perro, que ahora trabaja en cinco municipios de Ciudad Real gracias a la financiación del gobierno regional.
Los medios fuimos invitados a conocer el proyecto in situ. Allí estaba Koba, protagonista de un plan que busca mejorar la vida de las personas mayores, sobre todo aquellas con más dificultad para el dinamismo social. “Todos los que tenemos mascota conocemos su instinto protector y lo que sienten hacia los más vulnerables”, declaró el alcalde durante esta visita. “Pone de manifiesto el abanico de posibilidades que la Junta dispone para que las personas mayores estén aquí en las mejores condiciones”. Eulalio Díaz-Cano también destacó que esta vivienda solo es un ejemplo de los múltiples recursos que tiene La Solana en materia de bienestar social. “Somos una localidad referente”. La vivienda de mayores tiene una capacidad para 10 usuarios, aunque en este momento solo hay 5 residentes.
La delegada de Bienestar Social, la solanera Manuela González, explicó que el gobierno regional ha invertido 65.000 euros en este proyecto, que ahora cubre los municipios de Tomelloso, Membrilla, Torrenueva, Villarta y La Solana. “Siempre se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, y si además viene avalado por el trabajo de terapeutas, psicólogos y terapeutas y trabajadores sociales pues tiene que salir bien”, declaró. También se aplica en entornos de discapacitados y en personas que viven solas. “Hay gente que se aísla de tal manera que no hablan con nadie y así pueden salir de ese aislamiento”.
Pedro María Serrano es el adiestrador de Koba. Tiene claro que la terapia asistida con perros es una herramienta útil y de fácil uso. Consiste en introducir al animal en una sesión y que participe en las actividades. “Usamos al perro como excusa para que interactúe con los ancianos, que a menudo están apocados”. “Los beneficios son brutales porque están esperando a la perra y preguntan cuándo vamos a volver”. El objetivo, además de acompañar y distraer, tiene que ver con la estimulación cognitiva, la psicomotricidad o la memoria. “Los ancianos están deseando vernos, y Koba viene encantada”.
Naturalmente, no todos los canes son válidos para este trabajo especializado. Se buscan animales tranquilos, sin problemas de conducta, que puedan desenvolverse con las personas con normalidad y tengan una alta capacidad de aprendizaje. “Solo quieren una caricia y que juegues con ellos”. La Asociación Gudcan nació en Cuenca hace 7 años y en 2017 se expandió al resto de la región. Pedro María Serrano es un defensor a ultranza de este tipo de terapias, cuyo abanico de actuación es muy amplio. “También trabajamos con el trastorno del espectro autista o con personas vulnerables que hay sufrido acoso, por ejemplo”.
De momento, Koba ya ha sido aceptada como una más en el entorno de los mayores de la vivienda solanera. Cuando llega a la habitación, algo cambia en los ojos de los residentes. Y en su mente también. Los perros no prejuzgan.