Empresas solaneras ya notan los efectos de la guerra de Ucrania: “Puede ser caótico”
Las empresas de La Solana también empiezan a notar los efectos de la guerra en Ucrania. El mayor productor de aceite de girasol es el país eslavo y el abastecimiento de este producto ya está siendo muy complicado, para los consumidores domésticos y sobre todo las empresas que tienen como principal base para su producción este aceite vegetal. Es el caso de ‘Fritos Sevilla’, firma veterana y cuyo gerente, Andrés Sevilla Marín, reconoce que a día de hoy “todo se está complicando”.
La guerra ha cerrado las exportaciones, se han destruido refinerías a consecuencia de los bombardeos y los barcos están retenidos en puerto. En una entrevista concedida al medio local de La Solana, Radio Horizonte, Sevilla afirma que “los negocios que dependemos en gran parte de este aceite sufrimos un desabastecimiento”. “Estamos apurando el estocaje y no sabemos qué puede ocurrir; es una situación muy difícil”, lamenta.
En España no se genera el suficiente aceite de girasol, aunque cree que se podría generar mucho más. “Producir este aceite es mucho más rápido que cualquier otra planta, hablando en términos de agricultura, pero no hay suficiente, de ahí que sea Ucrania el principal productor”. Actualmente, en grandes superficies se está viviendo ya la restricción y falta del aceite de girasol. “Por muy grande que sea el supermercado, no tiene reservas para afrontar esta crisis”. A ello se suma el precio, que ya se ha triplicado, pero el principal problema es que no hay aceite en el mercado. “Hay almacenistas que están guardando existencias para especular, así de claro”.
El gerente no tiene reparos en hablar de un momento “catastrófico”. “Como esto no se solucione pronto se puede llegar a una situación caótica”. En el caso de Fritos Sevilla, con 15 trabajadores y perspectiva de seguir aumentando plantilla, la principal materia prima es el aceite de girasol y un desabastecimiento frenará esa estrategia empresarial. “No sabemos cuándo podrán servirnos aceite, así que no hay buenas previsiones”. A la pregunta si podría afectar al empleo, Andrés Sevilla es categórico. “Totalmente, esto puede conllevar reducción de puestos trabajos, volver de nuevo a los ERTES o empresas que tengan que cerrar momentáneamente”.