Jesús Martín celebra que, a partir de ahora, esté garantizada la calidad del caldo que anuncia una etiqueta con DO Valdepeñas
El alcalde de la Ciudad del Vino ha dicho que “no hay mal que por bien no venga”, en relación al conflicto para elegir presidente en la DO que ha terminado colocando a la Consejería como gestora
Llegado el punto este sábado de que el plazo para encontrar una solución al conflicto instalado en la DO Valdepeñas (y que volvió a estallar con la dimisión en bloque de la parte productora y del neutral presidente que había llegado para poner orden) expiraba, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha pasó a ser la responsable de la institución.
Es la Consejería de Agricultura la que, según la legislación vigente en materia de interprofesionales, debe asegurar la viabilidad de un sector cuando desaparece su representación. Por eso, el alcalde de Valdepeñas, con el bagaje que acompaña a la Denominación de Origen que lleva el mismo nombre y que aglutina hasta otras 10 localidades vecinas, ha afirmado que “no hay mal que por bien no venga”. Para Jesús Martín, “el atrincheramiento en el que han caído las dos grandes empresas que comercializan el 80% de vino con DO Valdepeñas”, ha afectado de manera injusta a todos los que trabajan en ella.
En palabras del regidor de la ciudad, este es “el penúltimo golpe a la imagen de la DO, cuando no tiene nada que ver con esa guerra”. Ha explicado Martín que esta última crisis no obedece a cuestiones internas, sino que hay, dice, una negación absoluta a alcanzar un acuerdo para nombrar un presidente.
“Para bailar el chotis hacen falta dos y, obviamente, uno no quiere bailar. ¿Cuál es ese uno? Pues yo creo que unas veces es el uno y otras veces es el otro uno”. Así, para él es una buena noticia que la Consejería sea ahora quien dé la cara hacia los consumidores. Estaba preocupado el alcalde porque “se perdiera poder adquisitivo de los agricultores, solo por la gresca de los industriales”. Afortunadamente, ha dicho, la intervención y tutela del área de la agricultura de la Junta garantiza la trazabilidad de los vinos con DO. Y puesto que la controversia partió del etiquetado, “estando la Administración esa duda se ha acabado”.
Auguraba Martín, además, que el proceso se alargará muchos meses, sobre todo teniendo en cuenta la investigación judicial que ronda a los protagonistas. Pero, como ha dicho nada más comenzar, “todo tiene que cambiar, para que nada se modifique”.